Son ocasiones en las que se decide mi vida. En las que compruebo cómo es mi sangre y veo de dónde vengo. Me da miedo fallar en esos momentos y no estar a la altura esperada. Por miedo, por torpeza, por debilidad. Me da miedo ser cobarde, ser blando, ser voluble, ser frágil. Temo que salga de mà lo peor que tengo en situaciones de mucha tensión en las que se decide todo.
Perdonan cuando han sido ofendidas aunque no sea lo más justo. Este tipo de personas es el que me gusta. No se llenan de orgullo ante el trabajo bien hecho. Hablan siempre con humildad y mansedumbre. No se irritan, no se crispan, no se llenan de ira. En los momentos decisivos eligen siempre lo más adecuado. ¿Cómo lo consiguen? Miran en el fondo de su alma y sacan el agua más pura. Me parece increÃble. En momentos de máxima tensión optan por el bien. No se dejan llevar por la tentación de tener más, de ser más. No mienten, no se corrompen, no tienen nada que ocultar.
Los seres humanos somos capaces de engañarnos a nosotros mismos, narrarnos larealidad de manera que se ajuste a nuestro esquema. Elegimos el mundo que queremos ver».